¿Y DESPUÉS DE LAS ELECCIONES QUÉ?

Hace unos días en México se llevaron a cabo las elecciones más importantes de la historia, donde se eligió al próximo presidente de la república y demás puestos entre senadores, diputados, gobernadores y alcaldías. Quizá esto ya lo sabes porque redes sociales y demás medios de comunicación están que arden con los resultados; opinión tras opinión que escuchamos y leemos por todos lados, quienes están a favor del nuevo presidente electo y quienes lo repudian totalmente, así es, estamos divididos.

No me declaro una persona partidista, es la segunda vez que me toca votar y la primera vez que lo hago para elección de un presidente de la República, y desde la primera vez me ha gustado analizar propuestas y candidatos antes de tomar una decisión.

Estas elecciones fueron épicas puesto que todo parece indicar que la democracia por fin se respetó en este país, pues al rededor del 50% de los votos, fueron para el hoy presidente electo. Pero tal parece que el resto de las personas está muy muuuuy inconforme... escribía en mi Facebook que personalmente yo no voté por el candidato ganador, pero amigos míos, debemos comprender una realidad; estamos en un mismo barco llamado México y la división no debe ser una opción.

Vivimos en la época de la guerra de ideologías y es la época perfecta para que el respeto florezca en nuestras vidas hacia con los demás. Mucho presumimos que México es un gran país, y sí, por supuesto que lo es, pero por favor, seamos esos ciudadanos que México merece.

Ya pasaron las elecciones, ya tenemos un ganador, pronto tomará el mando del país y podemos estar muchos no de acuerdo, pero la mayoría de personas decidió que así fuera... no ganó tu candidato, no ganó por quien tú votaste, aun así México te agradece que fueras el domingo a votar y ejercer lo que por ley es tu derecho, ahora toca trabajar, haya o no ganado quien tú querías, México no necesita división, nuestro país necesita ciudadanos que amen a México, que se eduquen, que luchen, que sigan levantándose a trabajar cada mañana a la maquila, a la oficina o a un salón de clases, gente que vaya y llene las aulas de las escuelas con ganas de aprender, gente que salude y diga gracias y por favor, gente que se amen unos a otros, que a pesar de no pensar igual o no creer en lo mismo, tengamos el respeto que todos como seres humanos merecemos; gente que ame y respete a los animales, gente que ame y ayude al necesitado, familias unidas, ciudadanos que cuiden sus calles no arrojando basura en ellas, cuidando el transporte público, no dándole "mordida" al tránsito... que ame a México no solo de dientes para afuera, sino que en verdad actúe.

He visto comentarios deseándole el mal al nuevo gobierno, por favor, jalemos todos parejo al barco. He visto comentarios que a este nuevo presidente se le va a exigir mucho, incluso criticando que por qué ahora sí cambiar como ciudadanos y antes no; en primera qué bueno que se le va a exigir, esto debió haber sido siempre en cada sexenio, y ¿por qué ahora sí cambiar? Amigo, ¿por qué mejor no estar agradecido porque ahora la gente en verdad sí quiere hacerlo? Mientras sea por el bien de nuestro México qué importa si ya no fue antes, el futuro lo estamos viviendo ahora, hoy es todo lo que tenemos, ¡a darle!

Podemos comenzar a crear un mejor país desde ya, porque en el pasado no lo hicimos y el futuro está aquí; honremos nuestro presente porque hay destellos del futuro hoy. Trabajemos juntos aunque algunas cosas no nos parezcan, exijamos como nunca porque podemos hacerlo, jalemos el barco de nuestro gran país hacia lo increíble.

Y para los que creemos en Dios tomemos una actitud de honra hacia con nuestras autoridades, oremos por ellas y por nuestro México y así avanzar hacia los planes que creemos que Dios tiene para nuestra bella nación. Y sobre todo, amemos a los demás, somos nosotros el reflejo del amor de Dios; qué importa si no piensan igual que tú o no creen lo mismo que tú, solo seamos como espejos para que los demás se encuentren con la gracia de Dios.