DIOS NO ME ESCUCHA
![](https://static.wixstatic.com/media/26b68b_acda1b727b1f4b2bab8a6ac6d906d101~mv2.jpg/v1/fill/w_750,h_750,al_c,q_85,enc_auto/26b68b_acda1b727b1f4b2bab8a6ac6d906d101~mv2.jpg)
"Dios no me escucha" es una de las frases que retumbaban en mi cabeza hace algunas semanas y estoy segura, que te has cuestionado sobre esto al menos una vez en tu vida. Y ¿sabes? es común pensar esto en ciertas temporadas de nuestra vida ¿por qué?, porque no vemos una respuesta tangible de Dios o no escuchamos una voz audible que viene del cielo con la respuesta que creemos merecer.
Tuve que luchar con este pensamiento durante semanas porque me mantenía en oración, acción de gracias y ruego, pero no me llegaba ninguna respuesta, al contrario, parecía que todo iba de mal en peor. Todo iba empeorando cuando más cercana a Dios quería estar.
Pero en este breve proceso de cuestionamiento sobre si Dios realmente escucha nuestras oraciones o si realmente es real allá arriba todo lo que promete; comprendí algunos puntos que quiero compartir contigo por si has pasado o estás pasando momentos de duda similares al que pasé yo:
1. Constancia. Cuando estaba en momentos de cuerda floja en mi fe, recordé de dónde me ha sacado Dios y en los momentos en los cuales se ha manifestado su gracia en mi vida y sobre todo, que si él estuvo conmigo en el pasado, lo estará ahora también en el presente. Dios no actúa siempre de la misma manera, pero siempre promete estar con nosotros en todo momento. La constancia en seguir creyendo que Dios está ahí aunque no veo respuesta me llevó a los pies de Cristo una vez más. Es difícil mantenerte cuando dudas, pero la constancia para mantenerme en fe aun en la tempestad, me llevó a mi fragilidad y sobre todo, considerar y reconocer que necesitaba dependencia de algo más grande que yo y no de mis fuerzas. Continué orando y en comunión con Dios, aunque sí, parecía distante.
2. El silencio también comunica. Si algo aprendí y se me quedó muy grabado, es que todo comunica, y sí; el silencio de Dios también es una forma de comunicarse con nosotros. Como te comenté unas líneas arribas, en momentos de desesperación queremos ver el cielo abrirse con una voz grave hablándonos o queremos ver que Dios se nos aparezca cuando estamos cenando y nos de respuesta, pero en muchas ocasiones Dios se encuentra en quietud ante nosotros porque él está obrando aunque no podamos ver; el silencio de Dios es una manera de disfrutar de su presencia en momentos complicados. En el silencio encontramos comunión.
3. Dios responde. En su silencio está trabajando para bien de nosotros y uno de los errores más comunes que cometo, es que quiero que Dios me responda tal y como yo quiero; y muchas veces Dios sí responde conforme a tu corazón, pero muchas otras veces no lo va a hacer y no está mal. Él sabe qué es mejor para cada uno de nosotros y su voluntad siempre va a ser buena, agradable y perfecta para cada uno de sus hijos. Debemos confiar en su bondad y gracia y correr la carrera atentos a su respuesta.
4. Dios sí te escucha. Nunca ninguna oración que hayas hecho se le olvida a Dios, ni siquiera las lágrimas que has derramado se han perdido ante Él. Quiero animarte a confiar aun y cuando no hay respuesta rápida de Dios. Jesús nos dio el regalo más grande al romper con todo lo que nos separaba del Padre y ahora podemos entrar al trono de la gracia con toda confianza, es por eso que te puedo decir que Dios sí escucha, si no el sacrificio de su hijo Jesús hubiese sido en vano.
No menospreciemos su sacrificio ni minimicemos a Dios en nuestro entendimiento. Él no te olvida; Él te ama. Él quiere comunión contigo; Él responde. No te desanimes en pedir ni en clamar, a veces la respuesta de Dios no es una voz del cielo, a veces vienen en detalles como una persona, un post, una frase, un obsequio, un milagro. Él te ama y está feliz de escucharte. ♥