¿Y SI LO MEJOR NO ESTÁ POR VENIR?
"Lo mejor está por venir" es probablemente la frase que más he escuchado ya por años. Es la frase que ha marcado un parteaguas, prácticamente en mi mente desde hace un buen tiempo, por que sí, yo quiero que lo mejor siempre esté por venir, pero aquí tengo un dilema... hace unos días escuchaba el podcast de Armadillo y hablaba precisamente sobre esta frase y me identifiqué tanto con la lucha que menciona cuando ves a tu al rededor y parece que lo que tienes en frente y está viniendo hacia ti, no es precisamente lo mejor. Esta lucha la comencé a tener de a ratos, y es que sí creo que lo mejor siempre está por venir, pero a veces las circunstancias y las batallas mentales, las dudas y los cuestionamientos me hacen colgarme de un hilo de fe que parece que se va a romper en poco tiempo. Esta frase ha sido el lema en plataformas por tanto tiempo que había comenzado a perderle credibilidad y jugar con la familiaridad de la costumbre de solo repetir por repetir y para nada darle el peso de verdad como tal.
¿Pero por qué lo mejor está por venir si todo a nuestro al rededor está mal evidentemente? Exacto. Probablemente el secreto está en la misma pregunta. Y quizá necesites refrescar tu mente como yo lo hice hace unos días para no solo animarte un poco, sino para comenzar a caminar sobre lo incierto de manera confiada.
Siempre hemos estado en un mar de incertidumbre, siempre hemos estado viviendo en un mundo roto; en una atmósfera corrompida donde las malas noticias abundan y corren más rápido que el mismo aire... y justo ahí está la clave. Hemos estado aquí tanto tiempo bombardeados de malas noticias que las buenas parecen no tener peso y la verdad es que nuestro futuro siempre ha sido incierto, siempre. Nunca nadie ha sabido qué va a pasar al día siguiente o qué dificultades nos esperan el mes que entra, podemos planear muchas cosas, pero nadie puede visualizar al cien por ciento qué nos espera. ¿Pero entonces cuál es la diferencia entre las personas que creen esta frase tan "cliché" y las que aun no? Muy seguramente es que esas personas han aprendido a confiar aun en lo inestable. Personalmente prefiero confiar y tener fe aun cuando las cosas están críticas a vivir sin esperanza toda mi vida conformándome únicamente con las malas noticias que arrasan con el tiempo en este mundo. Una vida de fe no consiste en eliminar las cosas malas, sino en confiar aun cuando el barco se mueve; no vivimos en una ilusión, vivimos en una fe que nos permite creer y ver más allá de lo que nos ofrece este mundo; una fe que traspasa los niveles de entendimiento porque confiamos en un Dios que sobrepasa nuestra mente finita.
El futuro no es firme, lo que es firme es nuestra fe. Lo que nos mantiene caminando sobre el agua es la esperanza, no un mar con piso firme. Las aguas que vamos a pasar a lo largo de nuestra vida sean turbulentas y profundas nunca van a depender de si sabemos nadar o no, va a depender de nuestra fe anclada en la roca firme que es Cristo Jesús. Aprendamos a vivir anclados a una fe que sobrepasa todo entendimiento; a una fe que siempre ve lo mejor porque Jesús va de nuestro lado. Y aunque pasemos por el valle de sombra de muerte, seguiremos confiando porque Él va con nosotros. Recuerda las bendiciones que han llegado a tu vida en el pasado; hasta dónde has llegado, dónde estás y lo que has superado. La gracia de Dios sigue estando disponible en el presente y lo estará en el futuro. Y si consideras que tu vida no ha dado el salto hacia la fe que necesitas para poder confiar en que lo mejor está por venir, considera que si aun sigues con aire en tus pulmones es porque tienes tu propósito justo delante de ti para que lo abraces y comiences a correr sobre las aguas aunque sean agresivas y violentas.
Te cu eme. ♥
