EL 2020 EN RESUMEN

Ilustración por @jiusel_

Como siempre, el inicio de un 2020 nos llenó de ilusión, metas, propósitos, planes y hasta una mentalidad positiva sin saber todo lo que nos esperaría a tan solo unos meses de haber iniciado, pero bueno, a partir de marzo ya conoces la historia...

Y aunque el 2021 podamos creer que seguirá siendo incierto, podemos poner en marcha lo que aprendimos en estos últimos 12 meses. Sin duda, no podemos despedir este año sin antes haber aprendido y sobre todo, agradecer. Siéndote sincera, este año me sorprendió a escalas mayores en cosas positivas, pero también negativas, de las cuales, siempre es bueno aprender para no quedarnos estancados donde siempre. Quizá para ti fue un año complicado o un año de frustración, pero ¡hey!, sigues aquí y eso significa que aun persigues un propósito. En resumen, mi 2020 se vio algo así:

tuve que soltar a personas que quería mucho para no lastimar ni seguir lastimada, abracé el proceso de amarme como soy, luché contra inseguridades, crecí en liderazgo (aunque no me considero tan buena...), analicé mi vida laboral y definí qué quiero en un futuro, fortalecí amistades, creé amistades, emprendí un negocio junto a una amiga, estuve como fotógrafa en los partidos de los Bravos, me dio COVID a inicios de la pandemia junto a toda mi familia, valoré tanto a mi familia, agradecí por estar viva, me adecué a las clases en línea y a la iglesia en línea, rescaté a un gatito y ahora todos los días duerme conmigo; terminé mi primer año de maestría, me enamoré, mi novio me visitó desde CDMX para pedirme que fuera su novia, conocí gente fuera de mi burbuja, inicié una relación a distancia, mi mamá me regaló un carro, la sufrí mucho con una materia de psicología, viajé a CDMX para conocer a la familia de mi novio, aprendí a no salir sin cubrebocas.... bueno, a veces se me olvida y tengo que regresarme por uno; cambié de look como 400 veces, bueno no tanto así, pero más o menos; me hice adicta a las compras en línea, me robaron mi cartera con todo mi aguinaldo días antes de Navidad, aprendí a que debo ser más paciente, pero también aprendí a ser más generosa, cometí muchos errores, me arrepentí, me levanté, perdoné, solté, valoré cada momento, cada comida, cada segundo que paso con las personas que amo; el principio de que "la familia es primero" lo entendí más que nunca en este 2020, aprendí a dar gracias a Dios y a escucharlo aun y cuando no estamos en la iglesia físicamente, Dios es rey aun en la tempestad.

No sé cómo haya sido tu 2020, no sé qué tanto hayas tenido que lidiar, si fue más bueno que malo o más malo que bueno, pero si te pudiera aconsejar algo es que nunca dejes de aprender y no dejes que las cosas sean iguales si puedes mejorar, pero sobre todo, persigue tu propósito y no te alejes de él por personas, situaciones o experiencias. Si sigues respirando y si sigues despertando cada mañana, es porque aun tienes mucho por hacer aquí en la tierra, no importa qué tan complicado puede ser el día, el mes o incluso el año, levántate con fuerza para luchar por tu meta y confiar en el que es más grande incluso, que una pandemia.

Disfruta las pocas horas que le quedan a este año caótico, disfruta a tu familia, a las personas que tienes al lado y agradece por culminar un año más, muchas veces la clave de la felicidad es agradecer; por la vida, la salud, la gente a tu al rededor, por lo malo que te hizo más fuerte, por lo divertido y por las lágrimas que alguna vez corrieron por tus mejillas, por estar aquí y porque tu propósito sigue delante de ti y es cuestión de fe para que puedas alcanzarlo.

Feliz 2021, que sea un mejor año para todos.

Que Jesús reine en nuestros corazones. ♥