YO TAMBIÉN BATALLO CON INSEGURIDAD
Acabo de terminar la carrera en Ciencias de la Comunicación y bueno... aunque estudié comunicación soy una persona muy penosa, a veces ni yo me explico cómo logré entrar a esta licenciatura ¡y terminarla!, definitivamente fue un reto, y aaaaaamo mi carrera, pero ¿quién pensaría que soy una persona que carga con inseguridad constantemente? Recuerdo que desde niña siempre he sentido esto, y bueno, muchos dirán que nada que ver, si siempre me ven feliz o haciendo payasadas, contando mis piñaventuras en instastories, pero no, amigos, batallo... y batallo mucho.
La verdad es que he ido aprendiendo a lidiar un poco con esto y a vencerla paso a pasito, sé que todos en algún momento pasamos por esto, creo yo que es parte de un desarrollo humano, pero no es correcto vivir una vida insegura, sin identidad y sin propósito. Hace unos cuantos años creí haber encontrado identidad, creí haber encontrado gente que me daba una posición, sin darme cuenta que estaba buscando cobre en el lugar equivocado, sinceramente salí muy lastimada de ese círculo social y peor aun, todo lo que "habían construido" sobre mí, sobre lo que yo era, lo derrumbaron sin piedad de un día para otro con críticas y burlas, simplemente porque ya no tenía una posición de "poder", vaya la pasé mal.
Fue ahí que en mi peor momento Dios me abrazó y me recordó lo cuán valiosa que soy para él, porque soy su hija. OMG! Cuánto poder hay en esas palabras, regresé a la casa del Padre y sin preguntar nada, sin juzgarme; me dio identidad. No te voy a decir que actualmente no lucho con inseguridad, ¡claro que sí! Aún batallo, aún me cuesta trabajo aunque sea, salir a la calle con blusas de tirantes, jajaja es suúper real esto, pero día a día recuerdo que Dios me dijo que dejara de buscar cobre en el lugar equivocado y regresara a su casa donde hay oro puro.
Trato de vivir mi vida con identidad en Jesús, no en mis fuerzas, sino en las de él. Su sacrificio en la cruz nos dio identidad como coherederos con Cristo, encontramos en Efesios 1:5 que "nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad".
Ahora sé que soy hija del Rey y hay un lugar en la mesa del Padre para mí, sin juicio, sin críticas, sin burlas, sino en amor. Él anhela nuestro regreso a casa, vestirnos con ropa nueva y darnos nuestro anillo de identidad nuevamente, somos quien dice él que somos, no somos nuestros fracasos, nuestras heridas, nuestras frustraciones, nuestros buenos o malos ratos, somos hijos de Dios, somos perdonados, escogidos y adoptados para cumplir un propósito.
Si tú también has luchado con esto, recuerda que Jesús dio su vida por ti, vales Jesús para Dios, eres su hijo, él te ama. Algo que me a ayudado a vencer poco a poco esto es llevar una relación con Dios, estar en comunión a través de la oración y leyendo su palabra. Somos hijos del Dios del universo.
