ESTOY APRENDIENDO
![](https://static.wixstatic.com/media/26b68b_7959e115ccec48859204bb9131145855~mv2_d_2448_3264_s_4_2.jpg/v1/fill/w_980,h_1307,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_auto/26b68b_7959e115ccec48859204bb9131145855~mv2_d_2448_3264_s_4_2.jpg)
Estoy aprendiendo a confiar más en Dios en tiempos difíciles.
Estoy aprendiendo a callar cuando es tiempo y a clamar en el momento preciso.
Estoy aprendiendo a no ser conforme con lo que tengo, ni con lo que ha pasado, sino a perseverar hasta ver las promesas de Dios cumplidas.
Estoy aprendiendo a considerar que los milagros sí existen y que lo sobrenatural es algo real.
Estoy aprendiendo a meditar en la palabra de Dios y a creer que es la verdad, a tomarla como un estandarte y como lámpara que alumbra mi camino.
Estoy aprendiendo a luchar para hablar bendición y no maldición.
Estoy aprendiendo a vivir en la identidad que Dios me ha dado.
Estoy aprendiendo a vivir como hija.
Estoy aprendiendo a que Dios a veces trabaja en silencio.
Estoy aprendiendo a esperar para ver un milagro.
Estoy aprendiendo a que las promesas de Dios sí se cumplen.
Estoy aprendiendo a que aunque no pueda ver, Dios está obrando.
Estoy aprendiendo a tener más fe.
________________________________________________________________________________
Todas estas cuestiones según yo ya las sabía, las aplicaba; según yo ya las tenía controladas, casi toda mi vida en la iglesia y jamás me había dado cuenta de lo superficial que era. Hasta hoy. Hasta esta temporada donde me he expuesto vulnerable y débil.
Hasta apenas esta temporada que me he dado cuenta que no soy quien creía que era, ni soy lo que otros dicen de mí, sino acepté mi identidad como hija, abrí mi mente hacia una mentalidad de reino.
Hay baches, valles de muerte, de sombra, de incertidumbre que te hacen abrir los ojos, te hacen aceptar tu condición débil y dependiente de Dios, que te hacen aceptar que no todo lo tienes bajo control, así me está pasando. Todo pasa, lo único que permanece es Dios y su palabra. Dice que no debemos de temer porque él cuida de nosotros, y tenemos que aferrarnos a eso. Tenemos que aferrarnos a que Dios es un padre bueno, que él calla, pero nunca nos deja, que él está obrando aunque creamos que no nos escucha, que sabe por lo que estamos pasando, que él quiere hacer milagros, pero en su tiempo, que tenemos que esperar, orar, confiar y seguir avanzando. Yo hoy me aferro a estas cosas.
No me quiero rendir, pero sí quiero decir que no soy fuerte, prefiero ser débil y que Dios muestre su poder a seguir argumentándome que yo todo lo puedo, porque otra racha así como esta, en mis fuerzas me va a terminar por hundir. Mis fuerzas nunca serán suficientes para afrontar las pruebas, su gracia sí. Cristo sí es suficiente.