LO QUE LE TENGO QUE DECIR A MI ANSIEDAD

"Te haces presente cada vez que no quiero... nunca quiero. ¿Por qué vienes? Mi estado anímico en situaciones te da cabida en mi mente, no deberías estar aquí, pero llegas. Lo peor de todo es que no llegas sola, vienes acompañada de inquietud e inseguridad; maldita inseguridad.

Muchas veces tengo que llorar para alivianar y liberar la tensión que me haces sentir, claro, eso no lo sabe nadie, solo tú y yo... de eso no están hablando mis redes sociales o mis pláticas con mis papás.

Eres como ese pequeño mosco en las noches que me susurra que no me duerma, que no deje de ver los triunfos de los demás como una amenaza a mi vida, que no disfrute a la gente a mi al rededor, que no celebre lo bien que se ve su vida. No quiero, pero ahí estás diciéndome lo contrario. ¿Acaso alguna vez se aprende a vivir contigo?

A veces me incapacitas para hacer cosas que muero de ganas por hacer, me inyectas miedo, me haces creyente de mi incapacidad, me haces sentir insuficiente para todos... para todo. Te disfrazas de un mecanismo de defensa, pero terminas destruyéndome más que de según tú, quieres ayudarme. No estoy segura de quererte para siempre en mi vida.

Me choca que me haces tomar decisiones apresuradas solo para no quedarme atrás y luego te burlas de mí, en otras ocasiones no me dejas hacer nada porque "¿quién soy yo para lograr la meta?", en ocasiones me llenas de estrés que me salen ronchas, ahí estás nuevamente tan palpable en mi piel.

Deja de decirme que no puedo, deja de hacerme creer que no soy suficiente, deja de hacerme ver lo mal que me veo hoy, lo peor que puede pasar o lo no amada que puedo llegar a ser; lo bien que luce alguien más y la peor versión de mí misma que puedo mostrar. Haces que mis días duren más, pero que los años se me pasen volando y me llenas la mente de pensamientos como "no has logrado nada a tus casi 23". ¿Sabes? Probablemente eres más grande que yo, más fuerte que mi mente y más poderosa que la seguridad en mí misma. Sin embargo me he dado cuenta que nada depende de mí, ni siquiera esta lucha entre tú y yo. En mis fuerzas he caído y me has roto, una y otra vez.

Quizá no desaparezcas del todo, quizá tengo que lidiar contigo hasta el día de la redención, exacto, contigo se pelea con alguien más grande que tú y yo de mi lado. El Salvador que me redimió y que me dio identidad, el que me pide ser fuerte y valiente, el que pelea la batalla, el que ya escribió la historia y al final de todo, sales derrotada. Aunque tenga días malos, no terminan por definirme, porque mi futuro está en manos del creador del universo. A veces tengo miedo, pero en las aguas profundas siempre corre a mí para salvarme, siempre está viniendo hacia mí, porque me salvó de tus trampas y tus mentiras. He decidido seguir la verdad y no tu falsedad, porque es una decisión diaria vivir la vida prestándote atención o fijar mi vista en el Redentor." *Este escrito es algo que siempre he querido expresar pero nunca me había atrevido, muchos no saben, unos ni siquiera se imaginan que muchas personas al rededor del mundo, incluida yo, pasamos por cosas similares a estas, que muchas veces somos bombardeados constantemente por este tipo de pensamientos, unos más fuertes que otros.

Solo te recuerdo que no estás solo en la batalla, si tienes una lucha similar, nunca dudes en buscar ayuda, en apoyarte en amigos, en tu familia, en líderes espirituales, en buscar ayuda profesional; se puede salir adelante y vencer los miedos, el temor, la angustia y la ansiedad. Dios es mi fuerza en mi debilidad. Todos los días soy débil, todos los días lidio con pensamientos terribles que me dicen que no puedo hacer nada, que me imposibilitan para lograr el propósito para el cual fui creada, pero todos los días recuerdo que en la historia de la humanidad hubo un momento en el que el rey del universo descendió desde su trono dejando todo, pensó en mí y me salvó; me dio el regalo de libertad, no soy más un esclavo del temor, soy una hija de Dios. Mientras Jesús moría en una cruz, estaba pensando en el gozo de tu libertad. ♥ -Fotografía: @jeanotza